lunes, 9 de noviembre de 2009

Quizás este no sea el momento para preguntarte, si es que al pasado tanto tiempo, pudiste olvidarme. Veo tu anillo y en conclusión, te casas al final de agosto. Y aquí estoy yo, con la misma expresión. Perdón si soy imprudente y delante de la gente, te reclamo de repente como es que supuestamente se venció el amor, sin un contrato entre tu y yo. Como en los cuentos de hadas, nuestra historia fue contada. Yo era tu princesa Diana, y tu el Rey que tanto amaba. Y el ejemplo es ficción, pero verídico fue mi amor. Y ahora por un segundo me ahogo en los mares de la realidad. Por un segundo acepto mi derrota, te perdí de verdad. Y por un segundo enfrento mi duelo, ya no estás conmigo. Y desde luego siento el frío, ni tu alma, ni tu cuerpo son míos. Mis sueños se han perdido y me hechas al olvido. Quizas este no sea el momento para humillarme, pero en mi subconsciente estoy conciente que es muy tarde. Y pongo en pausa los deseos y la ilusión, porque tienes una nueva dueña. [...] Recuerda por un beso mi corazoncito tuvo una obsesión, cuando volverás, hasta hermanita pregunto. Enséñame a olvidar, si todavía me amas! Seré tu angelito, aunque la boda sea mañana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario